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viernes, 25 de julio de 2025

DEL OCCULTISMO A LA LUZ: Mi testimonio de fe

"Hoy puedo vivir, liberado del ocultismo gracias a Jesucristo".   


Mi abuela paterna me enseñó, desde los diez años, no a rezar mis oraciones por la noche, sino a predecir el futuro jugando a las cartas, a hacer adivinación.

Hoy puedo decir que es una trampa diabólica, una abominación ante Dios. Te conviertes en instrumento de poderes malignos, pensando que te diviertes... Te atan y te conviertes en esclavo.

El ocultismo estaba presente en nuestra familia sin que fuéramos conscientes de ello, como si una tela de araña se tejiera lentamente a nuestro alrededor. Pero un día, cuando me había unido a un grupo de astrólogos, encontré un libro que me invitaba a hacer "oraciones astrológicas". Fue entonces cuando me di cuenta de dónde me metía. ¿Cómo podía alguien rezar a las estrellas? Decidí abandonar el grupo.

Una noche, abrí mi Biblia y leí por primera vez en el Evangelio según San Juan, este texto donde Jesús dice: "Yo soy el camino y la verdad y la vida" Juan 14:6. Me dio escalofríos y me hizo llorar. Me dio escalofríos y se me llenaron los ojos de lágrimas. ¿Qué ocurría allí?

Fui por primera vez a una asamblea evangélica para asistir a una conferencia. El Señor había preparado mi corazón. Aunque estaba lleno de mentiras, el mensaje bíblico era claro. El domingo siguiente, sediento de la verdad, pasé la tarde haciendo preguntas al pastor. Me di cuenta de que todo lo que estaba oyendo era la única verdad.

Para ver la luz, los seres humanos a menudo necesitan caer en un gran agujero. Entonces, cuando levantan la vista hacia Dios, se dan cuenta de que se han equivocado y de que pueden experimentar la gracia divina. Eso es lo que me ocurrió a mí.

Tres meses después, me convertí y puse ante el Señor mi carga de pecados que ya no podía soportar. Me sentía asfixiado, hasta el día en que el Señor Jesús me perdonó. Sentía un profundo pesar en mi corazón. Hacernos conscientes de nuestros pecados es una gracia de Dios, y sólo Su gracia puede salvarnos.

La forma en que miro al mundo, a la gente, a mi vida, ha cambiado totalmente. El Señor Jesús me ha abierto los ojos. Él es mi Pastor y nada me falta, como dice el Salmo 23:1.

Desde entonces, Dios ha puesto a prueba mi fe en muchas áreas. Los enfrentamientos con el ocultismo han sido frecuentes, por lo que he testificado abiertamente de mi fe cristiana, del peligro del ocultismo y de la victoria de Jesucristo. Hablo de todo esto para ayudar a la gente a comprender el poder de las fuerzas de las tinieblas y su dominio sobre la humanidad.

Pero ¡qué experiencia es descubrir la omnipotencia de Dios cuando nos libera!

Me sentía perdido, miserable y realmente esclavo de todas estas cosas. Hoy puedo vivir, liberado del ocultismo gracias a Jesucristo mi Salvador, a quien también reconozco como mi Señor.

Céline L. (fuente: Bonne semence 2025)